En el negocio de las bodegas, cada metro cuadrado y cada sol invertido cuenta. Mantener tus productos bien refrigerados no solo garantiza su calidad, también puede aumentar tus ventas. Pero ¿cómo elegir el visicooler ideal sin gastar de más? Aquí te damos los puntos clave para tomar la mejor decisión y hacer que tu inversión valga cada centavo.

1. Evalúa tus necesidades reales

Antes de dejarte llevar por el modelo más grande o moderno, analiza lo siguiente:

• ¿Qué tipo de productos necesitas refrigerar? (bebidas, lácteos, embutidos, etc.)
• ¿Qué volumen manejas en promedio?
• ¿Tienes espacio suficiente en tu bodega?

Un visicooler grande que no se llena solo gasta energía de más. Uno pequeño que se satura afecta la refrigeración y la visibilidad de los productos.

2. Fíjate en el consumo energético

Busca equipos con eficiencia energética clase A o superior. Aunque su costo inicial pueda ser un poco más alto, ahorrarás en el recibo de luz mes a mes. Algunos modelos también vienen con sistemas de bajo consumo y luces LED que ayudan a reducir gastos sin sacrificar visibilidad.

3. Revisa la distribución interna y visibilidad

Elige un visicooler con buen número de parrillas ajustables para aprovechar el espacio vertical según los tamaños de tus productos. Además, una puerta de vidrio con alto nivel de transparencia mejora la visibilidad y puede incentivar la compra por impulso sin necesidad de abrirlo constantemente.

4. Valora el sistema de refrigeración

Los visicoolers pueden tener sistema de enfriamiento estático o ventilado:

• Estático: más económico, ideal para productos que no necesitan frío uniforme.
• Ventilado (fuerza de aire): distribuye mejor el frío, ideal para bebidas o productos de alta rotación, aunque puede costar un poco más.

Elige según el tipo de mercadería y la frecuencia de uso.

5. Considera el mantenimiento y garantía

Opta por marcas reconocidas que ofrezcan:

• Garantía mínima de 1 año.
• Acceso fácil a repuestos y servicio técnico local.
• Visicoolers desmontables o de fácil limpieza, ya que esto alarga su vida útil y evita pérdidas por fallas.

6. No pagues de más por extras que no necesitas

Algunos modelos ofrecen funciones adicionales como control digital, deshielo automático o alarmas de temperatura. Pregúntate si realmente las necesitas o si un modelo más simple cumple perfectamente con lo que buscas.

Conclusión

Invertir en un buen visicooler no significa gastar más, sino elegir con inteligencia. Evalúa tu espacio, tus productos, tus ventas y tu consumo eléctrico. Un equipo adecuado no solo conservará tus productos, también será un aliado estratégico para mejorar la presentación, reducir pérdidas y atraer a tus clientes.

¡Recuerda, una buena decisión hoy se convierte en ahorro mañana!