Si Usted compró un auto nuevo sabe perfectamente que cada cierto kilometraje debe realizar un mantenimiento que comprende cambios de líquidos, correas, bujías, etc. asegurando una larga vida a su auto y un alto valor de reventa.

De la misma forma, los equipos y máquinas de su restaurante deben contar con un mantenimiento periódico: en nuestro país solo el 20% de restaurantes realiza mantenimiento preventivo a sus máquinas y equipos, mientras el 80% realiza “mantenimiento correctivo” (una vez que sus máquinas y equipos empiezan a fallar, pagando un alto precio por la reparación). Imagine que una mañana, al iniciar las actividades en su restaurant, nota que su máquina de frío (congelación o conservación) dejó de funcionar toda la noche y los alimentos guardados se han malogrado, no sólo perdimos dinero de los alimentos, también por la reparación generando demoras y retrasos, pérdida de clientes y desprestigio de su marca.

Cada día podemos controlar los tiempos en la cocina, las compras de insumos, la llegada del proveedor de frutas y verduras, el tiempo de la preparación de alimentos; podemos contar con el personal idóneo que trabaja de manera ordenada y funcional… pero nada de esto sirve si una máquina o equipo deja de funcionar por falta de mantenimiento adecuado y frecuente.