A la hora de adquirir un equipo, sea el que sea, siempre tenemos presente la intención de conservarlo el mayor tiempo posible. El uso adecuado de los equipos de refrigeración comercial no solo aumenta su vida útil y eficiencia, sino que también reduce los gastos de mantenimiento correctivo asociados a su uso.

En algunos establecimientos comerciales, como supermercados, restaurantes o similares, el uso inadecuado del equipo puede conllevar a un rendimiento ineficiente, lo que puede resultar en un aumento de hasta un 50% en su consumo energético mensual.

Con el fin de ayudarlo a utilizar correctamente los equipos de refrigeración en su establecimiento comercial, hemos preparado este contenido con 3 consejos esenciales para que sus equipos duren mucho más.

1. Utilice su equipo de refrigeración correctamente

¿Refrigeración estática o ventilada?

Hay dos tipos de refrigeración en equipos de refrigeración comercial: estática y ventilada. Para la correcta conservación de alimentos y bebidas, es necesario entender qué tipo de refrigeración es ideal para su producto o negocio y también cómo funciona, ya que esta toma de decisiones es fundamental para garantizar el mejor costo-beneficio para su negocio.

¿Puedo exceder el límite de carga?

Superar el límite de carga (volumen en litros) del equipo requerirá una carga térmica (temperatura) para la cual no fue desarrollada y puesta a punto, forzando excesivamente el compresor y otros componentes, reduciendo así la vida útil de las piezas del equipo, que son fundamentales. para su correcto funcionamiento.

¿Cómo garantizar la temperatura ideal en mi equipo?

Otro punto relevante para el buen funcionamiento de los equipos frigoríficos es la temperatura.
Esto garantizará la calidad de su producto con su cliente.

A continuación se presentan algunos factores que le ayudarán a asegurar la temperatura ideal para su producto:

• temperatura ambiente (el espacio tiene aire acondicionado o el equipo tiene luz solar directa);
• Rotación diaria de productos (esta práctica tiene como objetivo garantizar que los productos siempre se envasen a la temperatura adecuada);
• tiempo y número de veces que la puerta permanece o se abre (abrir la puerta es sinónimo de pérdida de temperatura);
• humedad relativa del aire.

Le recordamos que los equipos de refrigeración comercial se desarrollan, con el fin de brindar un alto índice de apertura de puerta o tapa, durante todo el día.
Sin embargo, se deben evitar las aberturas innecesarias, principalmente porque reducen la eficiencia del equipo.

2. Instale el equipo en la ubicación correcta

Puede parecer extraño, pero el lugar donde se aplica el equipo, puede afectarlo negativamente.
Este fenómeno suele ocurrir, ya sea por problemas de espacio en la tienda, descuidos o falta de información.
Por tanto, es fundamental analizar el entorno que rodea al equipo, y asegurarse de que no se encuentre próximo a fuentes de calor, como: hornos, estufas, invernaderos, bajo la incidencia de los rayos solares, entre otros.

El equipo debe instalarse en un lugar ventilado que facilite la ventilación del sistema de refrigeración (compresor). Por tanto, déjelo alejado de las paredes laterales y traseras, con entrada y salida de aire libre, y con espacios entre otros equipos o muebles.
El espacio ideal para cada equipo se puede encontrar en el Manual del producto.

Si bien los equipos frigoríficos cuentan con materiales resistentes y resistentes a la corrosión, en un ambiente externo deben ser alojados en un lugar cubierto, seco y protegido, a fin de evitar el deterioro y acortar la vida útil del producto. También te sugerimos que también compruebes que el piso sea perfectamente plano, ya que una buena nivelación también contribuirá al buen funcionamiento de tu equipo.

3. Mantenimiento preventivo regular

De la misma forma que realizamos revisiones, por ejemplo, en automóviles, también debemos asumir la rutina de realizar mantenimientos preventivos con regularidad, a fin de evitar averías y una mayor durabilidad.

Mi equipo tiene una capa de hielo dentro, ¿qué hago ahora?

A veces, el hielo puede acumularse dentro del equipo. Como el hielo es un aislante térmico, la acumulación de una capa gruesa (mayor de 1 cm) crea una barrera contra la potencia fría de su equipo, reduciendo así su eficiencia energética.

Por lo tanto, es importante, al verificar esta situación, proceder con una limpieza de descongelamiento (puede ver los pasos a continuación, a continuación) a su equipo, para que pueda volver a sus características de funcionamiento originales.